Desde que Horkheimer y Adorno acuñaron la expresión industria
cultural, si bien con el propósito de demostrar que los términos del binomio
eran antitéticos, una pléyade de estudios e instituciones han resaltado la
importancia económica adquirida por la cultura y la comunicación en las últimas
décadas, tanto por su papel de catalizador de la creatividad y la innovación
como por su contribución al crecimiento y al empleo.
En este último aspecto, la
Comisión Europea cifra su aportación, circunscrita al ámbito de las que
denomina industrias culturales y creativas (ICC), en el 2,6% del PIB y en unos
cinco millones de empleos de calidad en el conjunto de los 27 países que
integran la Unión Europea. Y tal vez esas cifras, con ser relevantes,
constituyen sólo un pálido reflejo del papel central que el sector desempeña en
los procesos de desarrollo sostenible, superador del productivismo y del mero
crecimiento cuantitativo.
Esta edición europea e iberoamericana recoge 32
investigaciones presentadas en 2011 en la Isla del Pensamiento de Galicia (en
San Simón, Redondela, frente a Vigo) en francés,
español, gallego y portugués sobre el tema de este libro.
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